En primera persona: Dr. Alfredo Castro relata trabajo del personal de salud en crisis migratoria de Colchane

Miles de inmigrantes han llegado a Chile por pasos fronterizos no habilitados con Bolivia. Son jóvenes, mujeres embarazadas, niños pequeños, y también personas mayores que cruzan la frontera caminando y sufren condiciones extremas.

Su arribo ha causado una crisis humanitaria y sanitaria en la pequeña comuna de Colchane, Región de Tarapacá, cuya población se ha duplicado en las últimas semanas. En el consultorio local, que normalmente atiende a 30 personas al día, han tenido que extremar  esfuerzos para proporcionar servicios médicos a quienes se descompensan por la altura, la temperatura, la escasez de alimentos y los nulos servicios básicos. Actualmente atienden a cerca de 350 personas por jornada.

El Dr. Alfredo Castro es cirujano dentista en Etapa de Destinación y Formación (EDF). Llegó a Colchane en abril de 2020 como profesional único y ahora, desde la Atención Primaria, está apoyando las labores derivadas de la crisis migratoria.

¿Cómo es ejercer la profesión en Colchane?

Es un trabajo super interesante porque Colchane es un pueblo altiplánico que está ubicado a tres horas de Iquique, hacia la cordillera, y a dos kilómetros de la frontera con Bolivia. Por el tema de la altura (más de 3.600 metros sobre el nivel del mar) físicamente es muy exigente. A lo que se suman las temperaturas extremas en invierno y verano.

En cuanto a la población, la mayoría son pertenecientes al pueblo Aimara, entonces tenemos algunas dificultades con la comunicación. Además, cerca del 80% son personas mayores que no hablan casi nada de español.

En Colchane hay un Consultorio General Rural, que creo que es uno de los pocos de este tipo que queda en Chile. En este consultorio trabaja un médico, una enfermera, un kinesiólogo, una matrona y un dentista. Todos somos profesionales únicos, lo que hace que sea un poco más difícil el trabajo.

Trabajar en una comunidad con estas características es un desafío muy enriquecedor. Hasta el momento ha sido una buena experiencia y he aprendido mucho.

¿Cómo está la situación sanitaria en Colchane con la llegada masiva de inmigrantes?

Como comuna Colchane tiene poco más de 1.500 habitantes, pero en el pueblo viven unas 300 o 400 personas. Con la llegada de 1.500 migrantes la población casi se quintuplicó, en una localidad de poco más de dos cuadras. Estamos en una situación crítica, desde todos los puntos de vista: sanitario, humanitario y emocional. Se está viviendo algo super intenso.

La última semana ha sido muy difícil, mucha gente con hipotermia o urgencias severas, y nosotros no contamos con los recursos necesarios para hacer frente a todas las situaciones.

Tuvimos que reorganizar nuestras funciones, yo no pude atender a los pacientes agendados y estoy a disposición de las necesidades más urgentes. Esto también ha generado algo de molestia en la población local, porque se sienten desprotegidos al no poder acceder con normalidad a sus horas médicas. El consultorio ahora es como una tienda de campaña donde tenemos que atender todo tipo de necesidades.

Si bien nosotros como profesionales de la salud estamos preparados para enfrentar situaciones difíciles, ver a adultos mayores intentando cruzar la frontera o mujeres embarazadas con síntomas de aborto, es algo que a todos nos ha chocado bastante. El desgaste físico y emocional ha sido muy alto.

¿Cuáles son las necesidades más urgentes? 

Al recibir esta gran cantidad de gente hemos agotado nuestros recursos, especialmente algunos medicamentos, por lo cual necesitamos urgente la reposición de insumos. En lo humano, el personal médico también está agotado. Necesitamos que vengan más profesionales a reforzar el manejo de la crisis, y así nosotros podremos retomar los controles de la población local. Entiendo que en los próximos días el Servicio de Salud de Iquique enviará un equipo médico completo.

¿Qué pasa con el manejo de la pandemia COVID-19 en estas condiciones? 

Al principio de la pandemia en Colchane estuvimos muy complicados y el virus cobró algunas vidas. Ahora lo teníamos controlado, pero nuevamente comenzaron a aparecer los casos. Lo que pasa es que no se están respetando mucho las disposiciones sanitarias: uso de la mascarilla, lavado de manos o distancia social.

Creo que esto puede terminar en un desastre mayor. Cuando la población migrante se vaya de acá va a quedar la gente local contagiada y eso puede ser terrible.

Imágenes de Colchane, lunes 8 de febrero de 2021. Crédito: Dr. Alfredo Castro