Dra. María Eugenia Valle, Premio Paulina Starr 2021: Siempre me he preocupado de atraer a más mujeres al Colegio

En la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Colegio de Cirujano Dentistas otorgó a la Dra. María Eugenia Valle el Premio Dra. Paulina Starr 2021, condecoración que reconoce a una mujer destacada en el ámbito de la Odontología, por su aporte al desarrollo de la profesión y a la salud oral del país.

La Dra. Valle es egresada de la Universidad de Chile, cuenta con diplomados en Gestión y Geriatría, y especialidad en Salud Pública. En el ámbito profesional, desempeñó diferentes cargos dentro del Servicio de Salud Metropolitano Norte: Dentista tratante, directora del Consultorio Lucas Sierra y jefa del programa Odontológico S.S.M. Norte, entre otros.

En nuestro Colegio, la Dra. María Eugenia Valle ha tenido una destacada participación gremial, ocupando los cargos de presidenta nacional, consejera nacional, primera vicepresidenta, segunda vicepresidenta, tesorera nacional e integrante de la Comisión Centenario. Desde 2020, desempeña los cargos de secretaria nacional, presidenta del Departamento de Relaciones Exteriores y presidenta del Departamento de Acción Social (DAS). La Dra. Valle también ha tenido un destacado rol como representante del Colegio ante organismos internacionales como la Federación Dental Internacional (FDI) y La Federación Dental Latinoamericana (FOLA).

Conversamos con la Dra. Valle de su carrera profesional y gremial. También de lo que significa recibir el Premio Dra. Paulina Starr y del rol de la mujer en la Odontología.

¿Qué la motivó a estudiar Odontología?

Yo soy hija de dos dentistas y, por diversos motivos, nos trasladamos a vivir a la casa donde estaba la consulta de mis padres (que siempre fueron odontólogos privados), entonces desde que nací viví en en una casa donde en la parte de adelante estaba la consulta, y siempre vi a mis padres muy contentos con su profesión.

Aunque es bien divertido, porque a mí me gustaba la psiquiatría, entonces pensé en seguir medicina y di el examen en odontología y medicina. Yo era bien chica cuando tuve que tomar la decisión y mis papás me convencieron que era mejor ser dentista. Así que fue una decisión más bien guiada por mis padres, pero también porque para mi la odontología era un ambiente natural.

Entre 1968 y 2008 usted se desempeñó en varios cargos del servicio público ¿por qué decidió desarrollar su carrera en la salud pública?

Como te decía, mis padres siempre fueron odontólogos privados, pero cuando yo fui por primera vez a atender a un consultorio (en un reemplazo) me encantó. En ese momento sentí que estaba siendo útil, sobre todo en aquel tiempo y por el sector donde trabajaba (Independencia). Para mí era muy impactante el cariño de la gente. Todos los días me devolvía a mi casa con pan, papas, etc., porque los pacientes eran muy cariñosos con los doctores. Recuerdo que la primera vez que hice una extracción en el consultorio, el paciente me besó las manos, porque le había quitado el dolor. A mí me carga el dolor, entonces, la motivación básica que tuve para seguir odontología y no medicina, es porque me encantaba la idea de quitar el dolor.

¿Cuál de estos cargos es el que le presentó más desafíos?

Yo estuve en todas las etapas en el servicio público. Partí siendo dentista tratante, después en posta de niños, también estuve en clínica escolar. Quizás, lo más gratificante fue ser director de consultorio, porque ahí uno soluciona problemas de todo orden, y la sensación de estar siendo útil es muy alta. A mí, al principio, me interesaba el dolor unitario, pero después me di cuenta, y por eso seguí salud pública, que hay un campo mucho más amplio donde se puede ayudar a solucionar problemas.

Hablemos de su labor en el Colegio ¿Cuándo ingresó al Colegio y por qué?

Yo me colegié en cuanto salí de la universidad. Mi papá no habría aceptado que su hija no estuviera colegiada, eso estaba fuera de toda posibilidad.

En el año 1990, cuando se retomaron las elecciones, un amigo muy querido me preguntó si me quería presentar, y como a mi me encantaba la idea del Colegio, me presenté. Recuerdo que no hice campaña ni nada y me eligieron igual. Desde ese momento le fui tomando gusto y me di cuenta que la carrera es mucho más que lo que yo había visto hasta ese momento. Me di cuenta que habían muchos profesionales con problemas, que yo no había vivido. Incluso, pensando como mujer, yo no había tenido problemas ni en mi hogar ni en la carrera ni en mis lugares de trabajo, pero ahí conocí a otras colegas que los tenían. Como miembro del Colegio me fui dando cuenta de muchas realidades de las que antes no me había percatado.

¿Qué es lo que más destaca de su experiencia como dirigenta del Colegio?

Lo que más destaco es haber podido entregar tanto cariño al Colegio y a mis colegas. También he podido estar involucrada en solucionar problemas de tantas personas distintas. En esta labor he recibido de todo, pero lo que más valoro es que he recibido mucho cariño.

¿Cómo ve el rol de las mujeres en el Colegio y en la profesión odontológica?

Antes pasaba mucho que las mujeres estudiaban odontología, luego se casaban y hasta ahí llegaba la profesión. Ahora no es así. Ahora nadie estudia una profesión para tener un cartoncito guardado y contarle a los nietos que estudió odontología.

Desde que estuve en la presidencia me he preocupado de ir atrayendo a más mujeres. Si te das cuenta, actualmente un área tan importante como los Tribunales de Ética están en manos femeninas.

Creo que hay que mostrar más de cerca lo que significa trabajar para el Colegio, porque cuando lo ven se entusiasman. Las mujeres tenemos distintos roles (trabajadoras, madres, etc.) entonces a veces se sienten sobrepasadas y saben que participar del Colegio toma mucho tiempo. A veces también tiene sinsabores, no siempre es un agrado. Algunas veces, por distintos motivos, lo que uno o los demás quieren no se puede obtener. En ese sentido, puede pasar que por mucho empeño que le pongamos desde el Colegio, las cosas igual no funcionan. Eso duele y llegan las críticas. Y al final te duelen las críticas y te duele que el proyecto no funcionó. Me imagino que hay muchas mujeres que presuponen eso y deciden no integrarse. O vienen, están un tiempo, le pasan ese tipo de cosas y, al final, no quieren seguir. Creo que hay que ser un poco masoquista para quedarse en el Colegio.

Normalmente las mujeres cumplen distintos roles: Un rol familiar, como trabajadora y, en su caso, un rol como dirigenta ¿ha tenido que dejar cosas de lado para participar en el Colegio?

Sin duda que uno está constantemente dejando cosas de lado. Yo he tenido que dejar muchas cosas de lado. A veces una de mis hijas quiere que la acompañe a algo, pero justo hay reunión de Consejo y le tengo que decir que no. Me acuerdo que algunas reuniones de la FDI o FOLA eran para el cumpleaños de alguna de mis hijas, no te imaginas lo molestas que ellas se ponían porque yo no estaba para el cumpleaños. Es innegable que uno hace sacrificios.

¿Qué espera para el futuro del Colegio?

Es compleja la pregunta, porque mi sueño es que todos los dentistas quieran trabajar para su gremio. En la medida que sea de esa manera, los obstáculos con que nos topamos algunas veces se irían suavizando.